Mujeres en la industria del vino
Por Amanda Díaz de Hoyo
Aunque todavía el tema del vino está salpicado por el machismo imperante, al menos se han dado algunos pasos en favor de la justicia para con las mujeres que trabajan en la industria. Desde las trabajadoras de campo hasta ser propietarias de bodegas, la fuerza de esta agroindustria recae en la pasión y la buena administración.
Durante años, he visto cómo mujeres con tesón han trabajado y se han superado, sin embargo aún el reconocimiento y la justicia no se equilibran en cuanto a la cantidad de puestos ocupados por mujeres en la alta gerencia de compañías dedicadas al vino.
Este tema, que he tocado anteriormente en Vibeer pero conviene retomarlo para ver cómo va la marcha a la equidad.
En un artículo publicado en Forbes, titulado 6 Women in Wine Reflect on Industry Misconceptions and Learning Curves, de la autoría de Jillian Dara, se señala que en California, de un total de 4,200 bodegas, solo el 14% reporta tener una mujer como enóloga en jefe.
Este detalle me hizo recordar una amiga, muy conocedora de vinos, que hace años solicitó una plaza en una de las distribuidora locales, y habiendo acuñado excelente experiencia en ventas de vino, no le dieron el puesto porque su “ marido la podía mantener”.
Esa respuesta y las actitudes de una generación de mansplainers hacen que uno se supere con conocimiento.
Admito qué hay maneras de compartir el conocimiento en temas vitivinícolas y en muchos otros. Compartir de igual a igual una apreciación sobre vinos y espíritus es gratificante. El respeto por el conocimiento y la experiencia debe ser fundamental.
En el artículo citado, entrevistan a Cristina Mariani-May, a quien he tenido el placer de conocer y entrevistar en varias ocasiones.
Ella es la CEO y presidenta de Vinos Banfi, y ella apuesta a la educación del consumidor y a la investigación agrícola para que la industria tenga un giro equilibrado hacia la sustentabilidad. Recalca la importancia de, trabajo en equipo.
Eugenia Keegan, gerente general y vicepresidenta de operaciones y dearrollo de negocios para la bodega de Oregón de Jackson Family Wines, habló de su experiencia sobre los roles asignados conforme al género. Al principio, cuando comenzó en la industria no había plazas para mujeres en el campo, en los viñedos y menos en el área de negocios. Se permitía trabajar en restauración y ventas. Está agradecida de que esto ha ido cambiando.
Si les cuento par de anécdotas de las que me han tocado vivir como cronista de vinos, tenemos cuentos para rato. Pero los dejo con una que jamás olvidaré. Estuve en Argentina hace muchísimas lunas, y tenía que entrevistar a un bodeguero importante. En su casa, una cena de negocios, las únicas mujeres éramos la cocinera y yo. Los demás varones.
Me acompañó mi partner in crime, mi marido, que se dió cuenta cuánto me incomodaba el machismo del anfitrión.
Inhalé y exhalé varias veces pues no me contestaba las preguntas que le hacía. Hasta que al cabo del tiempo, puso música de Gal Costa, una de mis cantantes favoritas. Hablamos de música tropical, y ahí comenzó la verdadera entrevista.
Todavía nos falta pero llegaremos al balance y la justicia laboral.