Elegante cena de maridaje entre la DO Ribera del Duero y L’Olivo
San Juan – Cuatro exquisitos vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero fueron los protagonistas de una elegante cena de maridaje celebrada recientemente en el L’Olivo Mediterranean Restaurant en San Juan.
Un refinado menú de cuatro cursos presentado por Jay Cintrón, propietario de L’Olivo, y su equipo elevó la experiencia de los comensales, entre los que se encontraban importadores y amantes del vino, así como prensa especializada.
Previo a la cena, los asistentes disfrutaron de un cóctel de bienvenida con varios vinos representativos de la Denominación de Origen Ribera del Duero.
La sumiller y embajadora de la marca en Puerto Rico, Amber Rivera, compartió detalles de cada etiqueta que se presentó a través de la noche, cautivando a la audiencia.
La cena inició con una selección de aperitivos compuesta por croquetas de Manchego, montaditos caprese, chorizo parrillero y tartar de atún con wontons y ensalada de algas, acompañado por el vino Párpados 2019 de Mélida Wines.
Como segundo curso se presentó una sopa de lentejas y calabaza hervida con lechugas de la finca Brisas de L’Olivo, queso feta y aceitunas Kalamata pareada con Matarromera 2018 de Bodegas Matarromera.
Para el plato principal, los comensales podían seleccionar entre pechuga de pollo con fetuccini al olio, vegetales y queso parmesano; filete de dorado en salsa menier con majado de viandas y vegetales salteados; o filete miñón en reducción de oporto con papas rostizadas y vegetales salteados. Dos exquisitos vinos acompañaron los platos fuertes: Viña Pedrosa Reserva 2016 de Bodegas Hnos. Pérez Pascuas, y Arzuaga Gran Reserva 2016 de Bodegas Arzuaga Navarro.
Como un guiño a la época navideña, el cierre de la cena fue un delicioso flan de turrón hecho en casa.
La Denominación de Origen Ribera del Duero es ampliamente conocida en el mercado de Puerto Rico desde la década de los ’80 y reconocida localmente, así como en el resto del mundo, por su variedad principal de uva Tempranillo. La uva Tempranillo, también conocida en la región como Tinta del País o Tinto Fino, otorga el color, aroma y cuerpo característico a los vinos tintos de la Ribera del Duero.