Los Ignacios de Vega Sicilia
Por Amanda Díaz de Hoyo
Especial para ViBeer
San Juan, Puerto Rico – Vega Sicila es, sin lugar a dudas, una bodega de leyenda. La gesta épica tiene como fundamento el compromiso imperturbable con la calidad. De eso dan fe los vinos y los dos Ignacios, Ignacio Calvo de Mora e Ignacio de Saralegui. Calvo de Mora es director general de la Bodega Benjamin de Rothschild y Vega Sicilia, mientras que De Saralegui es gerente de mercadeo de Vega Sicilia.
Ignacio Calvo de Mora e Ignacio de Saralegui compartieron sentires en una entrevista que marcó su primera visita a Puerto Rico y ambos esperan regresar para afianzar aún más los lazos comerciales que gozan los vinos que representan aquí en la Isla.
Ignacio Calvo de Mora nos habló del proyecto Macán, que es el primer joint venture de Vega Sicilia y Benjamin de Rothschild.
Benjamin de Rothschild forma parte de la familia franco-suiza que lleva 260 años en el negocio bancario. Sin embargo, los Rothschild han diversificado sus negocios en diferentes ramas, incluyendo el sector alimentario. Para formalizar una colaboración con Vega Sicilia, el tiempo y la paciencia se unieron en ese sendero. Se materializó con esfuerzo y desde el 2004 ha ido en evolución. Lanzaron su primera añada en el 2009, luego de ejercicios enológicos en los años 2007 y 2008. Llegó a Puerto Rico, con una asignación de botellas limitada, en 2013. Desde ahí, ha adquirido adeptos entre los fans de Vega Sicilia en la Isla.
De Macán, elaborado de viñas y facilidades ubicadas en la DO Rioja, “tenemos dos expresiones: el Macán, que exhibe estructura y elegancia. Y el Macán clásico, que expresa frescura y amabilidad”, dijo Calvo de Mora.
La selección de los viñedos que adquiere Vega Sicilia en La Rioja se hizo de manera incógnita y con el esmero que requiere la calidad que los distingue. Esa gesta estuvo a cargo de Enrique Macías, director de viticultura de Vega Sicilia, quien es reconocido por su respeto por la naturaleza y su buen ojo para los suelos.
La vinificación de estos vinos se hace por parcelas y minifundios, comentó. ¿Y por qué Macán? Este es el gentilicio coloquial de los residentes de San Vicente de la Sonsierra en Navarro. Detrás del gentilicio está la historia de gente laboriosa del vino, que por años han dedicado su vida a la vitivinicultura.
Con Ignacio de Saralegui hablamos de vinos húngaros, de la bodega Tokaj Oremus, que se destaca mayormente por el tradicional vino tokaj, pero que ha apostado a un vino blanco seco, el Mandolas, elaborado con la cepa Furmint, una blanca clásica de los suelos húngaros, que representa la tercera cepa más plantada en la región de Tokaj-Hegyalja. Esta cepa se usa en vinos blancos como el Mandolas y es parte del vino dulce más romántico, desde mi perspectiva, que existe: el Tokaj. Sin embargo, ha mermado su consumo e Ignacio de Saralegui cree que volverá a gozar de gran aprecio en un futuro cercano.
En esa rica conversación, viajamos por el tema de las barricas, ya que Vega Sicilia tiene su propia tonelería de replantación de robles como legado a futuras generaciones, la siembra de alcornoques para elaborar corchos, los pinos en zonas de amortiguamiento agrícola de exportación de vinos a 145 países.
Me quedaba en el tintero para una interrogante: ¿cuándo se planifica que llegue el albariño Deiva a la Isla? Ignacio de Saralegui previamente había comentado que somos el destino de mayor consumo de albariño fuera de España. Deiva es el proyecto de Vega Sicilia en Rías Baixas.
“Esperamos que llegue a Puerto Rico para el 2027”, dijo.
La paciencia, que es una virtud que se ha visto relegada en tiempos de inmediatez tecnológica, será la mejor compañera en lo que nos llega. Entonces, me serviré un Mandolas, fresco como Dios y el trópico manda, contando los días para que así sea.